Si hay un libro de importancia capital en la literatura rusa, ése es «Yevgeni Oneguin», de Alexandr Puskin. Equivalente a nuestro Quijote, esta novela en verso ha inspirado multitud de libros, composiciones musicales, óperas, películas, etc. No hay persona en Rusia que no sepa recitar unos versos de memoria. Ninguna otra ha conseguido retratar el alma rusa como esta obra plena de romanticismo y poesía.

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Para conmemorar la primera publicación bilingüe a nuestro idioma con el texto completo y sin censurar, su traductor, Manuel Ángel Chica Benayas, me pidió recrear algunos de los personajes principales.